jueves, 10 de diciembre de 2009
FRANCISCO FRANCO BAHAMONDE
rancisco Franco Bahamonde nació en El Ferrol, Galicia, en 1892. No inició la Guerra Civil Española de 1936-39 (18 de julio), pero enseguida fue nombrado generalísimo de los ejércitos insurrectos (o "nacionales") (29 de septiembre). El 30 de enero siguiente se constituyó jefe de la Junta Provisional de Burgos y fue ratificado Jefe del Estado Español en un referéndum en 1947.
Hijo de un militar de vida un tanto disoluta, mujeriego y bebedor, presenció las dificultades domésticas que pasaba su madre, lo que le hizo sensible a los problemas de las familias, circunstancia que indudablemente influyó en su política posterior y en su conducta personal, austera y contraria a la de su padre.
También parece ser que la influencia de su mujer, Carmen Polo, de familia de mucha más categoría que la suya, influyó en que tomara el mando de la insurrección y en que intentara ganarse a la Iglesia, a pesar de ser ateo, instituyendo un Nacional-Catolicismo que reforzó su tendencia a consolidar la familia tradicional. Por influencia de su mujer, obligaba a todos los militares a ir a misa todos los domingos, por ejemplo.
Simpatizó con la Falange, partido creado por José Antonio Primo de Rivera, hijo del general Primo de Rivera, que presidió una corta dictadura de la que dimitió voluntariamente, exiliándose a París. Esta corta dictadura fue execrada por los políticos e intelectuales, pero recordada por el pueblo llano poco politizado o desengañado de la política como un periodo de paz en medio de una época de asesinatos a causa de la lucha entre obreros y patronos.
Pero Franco no se hizo falangista, y decía que en su régimen no había un partido único (refiriéndose a la Falange). Parece que su estrategia de poder fue mantener a los demás separados, de manera que no formaran un único bloque de poder. En medio de todos, Franco hacía el papel de "partido-bisagra".
Franco proclamó el "Estado totalitario". Pero debemos tener en cuenta que, según la Falange, el Estado totalitario debía ser provisional. Este planteamiento teórico concuerda con la deriva del régimen de Franco hacia una lenta, pero progresiva, apertura o aproximación a los regímenes democráticos convencionales. Era el paso de la "dictadura" a lo que popularmente se llamó, y, en privado, Franco también llamaba, "dictablanda". Esta es una de las características que separa el Régimen de Franco del de Hitler, por ejemplo, pues en el de Hitler, cada vez más radical, sólo le cabía una "huída hacia adelante", y no una vuelta a la normalidad democrática.
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